lunes, 6 de agosto de 2012

Un descansito veraniego



Aunque por desgracia no puedo decir que estoy de vacaciones, el blog si que se toma unos días de descanso, mientras las visitas a los hospitales obligadas por el ingreso de mi padre me acortan los días de estar en Asturias disfrutando de su liviana temperatura, su color verde, de sus vaques y los gallos desincronizados, de su sidra, de sus carnes, de sus playas y de una buena Mahou si puede ser a cualquier hora. De momento aguantaremos los calores zaragozanos con la mejor ilusión y sudando un poquito. Nos vemos pronto.

viernes, 3 de agosto de 2012

Dieciséis añitos



Hoy hace dieciséis años que bajo un calor de los de Vitoria, que nunca son calores del todo, Ana y yo decidimos dejar nuestra relación impresa en un papel. Detrás quedaban siete años de conocernos y reconocernos, que al final culminaban un 3 de agosto de 1996 con todos nuestros amigos y familia.

Aquel día amanecía pronto, con mañana de peluquería y afeitado cuidadoso para evitar algún corte molesto en un día tan especial, que al igual que este año celebraban unas olimpiadas, las de Atlanta, que acababan un día después, además ese día Miguel Indurain y Abraham Olano conseguían el oro y la plata en la prueba de contrarreloj. Todos juntos nos juntamos en la parroquia de Armentia en cuyo interior sonaban las bandurrias y las jotas que ponían un toque aragonés en Gasteiz.

En la comida, muchas risas, cava en abundancia y los amigos haciendo de las suyas. Bailes y vídeos irrepetibles entre familia que te felicita y otros que te desean lo mejor de corazón aunque no te vean tanto como quisieran. Entre algunos de ellos José Luis López Vázquez que coincidía con una obra de teatro en las fiestas de Vitoria que empezaban el día siguiente, un cuatro de agosto que comenzó con algo de resaca y con el sabor de un día maravilloso.

jueves, 2 de agosto de 2012

Timbre 020



Timbre 020: Casas vacías, timbres vacíos: sobre el marco de cemento rebocado de una casa, un timbre que recuerda a los futuros porteros automáticos de una casa, aguanta el paso del tiempo con resignación curiosa. De los pulsadores, ya sólo quedan vivos cuatro, los otros cuatro han desaparecido, o bien no están directamente, o se han quedado en las tripas del timbre. Espero que los que no tienen pulsador ya no vivan en los pisos, pues como alguien les quiera llamar la electrocución está asegurada.


De los pulsadores que quedan, no hay uno que sea igual que otro, uno es blanco, otro negro, otro fino, otro más grueso, dos cóncavos, los otros dos convexos. Ante tal variedad, uno se pregunta cómo serían los timbres que ya han desaparecido.


Sobre los timbres o junto a ellos unas plaquitas en otro tiempo indicaban la altura del piso, pero manos de pintura y pintura han hecho desaparecer cualquier prueba de su numeración, el paso del tiempo no perdona.
Vitoria-Gasteiz

miércoles, 1 de agosto de 2012

Timbre 019




Timbre 019: El 1 y el 4 no existen: En una puerta de una casa solariega aguanta este timbre con el paso del tiempo, allí está, todo alargado y estirado con los dos tornillos sujetándolo desde hace mucho tiempo, y todo oxidado al unísono, pero los números de las plantas llevan vida propia: el uno no existe, se ha convertido en simplemente un pulsador que uno se imagina que es el uno, porque detrás va el dos; el dos se encuentra girado hacia la derecha, lo que hace incomprensible que el 3 se encuentre girado a la izquierda, como si fueran dos novios que no quieren dejar de verse y se niegan a darse la espalda; por último, el cuatro nos imaginamos que es el cuatro ya que va detrás del 3.
Vitoria-Gasteiz



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